Las cartas no llegan a los pueblos desconocidos, sin voz, donde las calles se esconden tres la selva. Se pierden entre palabras de ausencia, aunque sean pocas, o queden ancladas en el tiempo, evitando llegar al destinatario y su círculo repetitivo en que se imponen costumbres...Y si llegasen, cuando nadie las espera, habrían perdido su esencia y seria como quien arriba a un tiempo que no les corresponde, como mañanas desconocidas en una albada inconcreta. Aun así, la espera se prolonga manteniendo la esperanza en un mañana que nunca deja de serlo.
18/2/13
A veces la espera de ese algo o de ese alguien es como una nube que se difumina con el aire, tal vez la esperanza huyo con ella a otro lugar inposibilitando su retorno.
Un petó, Pilar
Fina
27/2/13
La espera suele ser difícil a causa de la impaciencia...O tal vez fácil, según lo que se espere.
Lo opuesto todo lo rige, en el reino de lo ambiguo.
Petons i somriures, Fina!
8/3/13
Fa goig per a alguns mirar-se el llombrígol, sobretot a les embarassades nues que es fan retratar.
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Dime, te escucho...