Éxodo
21.1.17
Encontrada en la red
Rescatar el silencio
de los que viven, sin hogar.
El agravio de tener como
origen las sombras de nacer
en ciudades grises, llenas
de escombros de guerras,
de hambre, de desiertos y holocausto.
Los que repartieron
los privilegios del mundo,
bostezan ante las aguas
que regurgitan el baile
enardecido de la muerte;
ante redes de acero,
mutiladoras de piernas y de sueños.
Mis palabras son sal,
mientras intento que la voz
brame en los oídos del mundo,
cuando pido que algún día
las huellas viajeras los aplasten.
Así, tal vez, el triste desfile
que las dibuja consiga cruzar
la frontera de arrecifes, y encuentre
las puertas abiertas de par en par,
en la tierra prometida.
Sólo entonces, en las playas
de la noche y las alambradas del dolor,
ondearán guirnaldas.
Por caminos hechos de memoria
21.6.16
En la amanecida, la luna
se deshoja sobre el tedioso
mundo, espejeando encendida
diadema, en límites etéreos.
Fénix sutil llena, indolente, límpido
espacio de almizclado aire,
erizado entre blancores errabundas.
En los últimos halos de vapor,
silenciosos abrazos trasnochados,
envueltos en benjuí, siembran delicias;
desdeñando, al unísono, el aura
bermejo que los alumbra.
Parque azul
30.3.16
Encontrada en la red
Regato púrpura,
murmullo de llantos,
arbolada húmeda
de hojas muertas,
desvencijados versos
de pan y vino, almas
violadas, silencio.
Tañe la tierra
su llanto más fúnebre,
sonido de guerra fría
que revienta los tímpanos
de los cisnes muertos.
Trotan los caballos
de la bruma y bajo su hierro
la tierra se azulea.
Cilantro y perejil
6.2.16
Encontrada en la red
Trenzo los tallos de cilantro y perejil
que más nos asemejan y, aún así,
no consigo aunar su frescura y borrar
las diferencias que cincelan el adiós.
Tal vez si no desisto de mi empeño,
consiga armar un cesto verde campo,
verde césped, verde esperanza,
verde. De ese verde que relaja,
te invita a desmadejarte en el llanto
y te acerca al azul. Azul aguamarina,
azul cielo, azul...con penachos blancos,
que asemejan pañuelos ondeando. Pañuelos
pájaro, que nos ayuden, con sus trinos,
en el gramal de silencios que cuartean
el paisaje abierto y turban el aire
con sus voces. Trenzo, imitando
a Penélope en su bordado mudo,
a la obsesiva e inquietante araña,
a Ariadna, asida a un hilo sin fin,
tallos de cilantro y perejil.
Vagabundeo
29.12.15La mañana madura entre letras que vuelan en horas lanceoladas, llenando versos libres con un soplo de escarcha.
Ígneas columnas de humo, persiguen el trazado invisible del pensamiento extraviado en éter; el de briznas verdes arraigadas en el sayal de mi olvido.
Tal vez al mediodía, se deslice por las laderas del tiempo la nieve pasajera del invierno y ganen calidez las formas caligráficas que me permitan dejar de ser espectadora a distancia.
¡Sí!, tal vez.
A todos los que rondáis por aquí, FELIZ AÑO NUEVO!
Vibra el aire
5.7.15
Postrera luz del día;
la voz se despliega en el silencio.
Lo agita, lo aviva,
corre tras él hasta alcanzarlo
y lo enmudece.
Soy, en la voz.
Me arropo con su timbre,
que colorea el sonido, huidizo y juguetón,
en los pliegues de la lírica.
El mar sonoro que la mece,
Propaga, blandamente,
halagos en mis oídos.
Vibra el aire.
Enzo
12.6.15
Tejo con mis manos ropita minúscula y esponjosos patucos de colores, de suave vellón, que te abracen cuando nazcas. Adorno con guirnaldas de ternura la ancha circunferencia donde habitas protegido, imaginándote feliz, caminando entre auroras, coloreadas por la brisa y la esperanza septembrina de tu alumbre.
Letargia
1.5.15
De pronto, escribo versos.
Soliloquios de luz reverberando
en caracolas y su azul,
sin pulso trémulo, arrobada
por latidos pausados de letargia.
Hurgo en el añil, y se definen
hilos de agua, bajo la hierba
verde y su rocío, antes de nacer.
La estrofa eterna del pensar,
a través del cristal de la ventana
florece, y se derraman renglones
de olorosas y violáceas glicinas.
La silueta del hada azul, su letargo,
nada en el arrullo nacarado,
de las espumas del tiempo,
despertando, haciéndose palabra.
Poema con el que colaboro en Univers Àghata
Celosía
25.2.15
Aljamiada nieve en los almendros.
Alas de algodón y aceite, trenzando
guirnaldas en la corteza de la umbría,
que resbala hacia poniente. En telarañas
posado, el viento se tizna de ramos de mirlos.
La voz de la tarde averdadece,
arco irisada de enjambres de luz.
Desplegando larga cola reluciente, media luna
entibia trascordadas cepas, mientras
el laurel abre camino a unas naranjas,
que endulzan, al revolver una esquina,
el zureo de palomas trashumantes.