Desconozco el momento preciso en que nos encontró, pero lo hizo. Las puntas negras de sus torres, me recordaron las del castillo de un cuento de hadas, obligándome a adentrarme en una perspectiva diferente de la realidad. La belleza de la iglesia de Tyn, difícil de imaginar hasta que la tienes delante, nos condujo a través de callejuelas sumamente estrechas, en el lugar donde la imaginación creó nuevos senderos. Hurgando en sus dominios, tratando de ver su figura completa, llegamos al armónico caos de edificios que cierran el espacio de la Plaza de la Ciudad Vieja. Su descubrimiento hizo que girase una y mil veces, queriendo abarcar la espectacularidad de los alrededores.
A partir del encuentro, la gigantesca Tyn no nos abandonó ni un instante. Nos siguió allí donde fuimos con sus torres asimétricas y su medallón dorado, oteando a lo lejos. Emergiendo entre los callejones y los edificios, guardianes del hechizo.
A partir del encuentro, la gigantesca Tyn no nos abandonó ni un instante. Nos siguió allí donde fuimos con sus torres asimétricas y su medallón dorado, oteando a lo lejos. Emergiendo entre los callejones y los edificios, guardianes del hechizo.
27/11/12
Efectivamente es como un cuento de hadas, que belleza de ciudad, espero que la disfrutaste.
Un abrazo
27/11/12
Así es, un cuento de hadas, amiga Pilar. Entre otras vistas, este verano también hicimos cantidad de fotografías por la ciudad vieja y entre ellas unas cuantas tenemos de esta Iglesia.
Et desitjo una feliç tarda. Petons amiga de lletres.
FINA
13/12/12
Maripi. Es difícil no disfrutar de estas ciudades cargadas de historia y de leyenda.
Fina Tizón. ¿Y no tienes ganas de volver y fotografiarla de nuevo desde diferents perspectivas?
Perdonad el retraso en la respuesta. He estado vagando entre cuentos.
Los he dejado en la barra, por si queréis ojearlos. ^0^
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