Amanece el solsticio en un contraluz rojo que me recuerda una mancha de tinta. La tierra se despereza; camina sin prisas en un largo bostezo. Unos rayos caen en racimos que incendian el otro lado de la ventana. Huele a pan recién hecho y el humo del café me cosquillea la nariz.
Por la tarde, la música que poblaba las calles me acercó a mí misma, recobrando mi alma primigenia. Recobré su eco, galope efímero del tiempo, ayudada por otra mancha de tinta que se desparramó sobre la hoja de papel en un acto sumamente gratificante.
Me gustan las figuras que aparecen entre la grafía, desvistiendo el silencio.
Declina la primera noche de verano, camino del alba, y mis primeros pasos se van tras ella.
29/10/13
Curioso término garigote, que en castellano no conozco. Por aquí decimos chapón. Yo dejé caer muchos chapones cuando aprendí a escribir con ese mismo medio de la fotografía. Ya ves.
¿Figuras entre la grafía, dices? Verdaderos mapas, personajes, caricaturas y monstruos. De todo he visto.
Saludable tarde de otoño que echa pulsos.
29/10/13
La riqueza de las lenguas, estriba en las diferentes maneras de nombrar las cosas.
La palabra me la enseñó mi padre, cuando empecé a hacer palotes en la libreta que me hizo con sacos de cemento. Seguramente no los hacía muy bien al principio, ya que los calificó de "garigotes".
Gracias por el descubrimiento del chapón. Una nueva palabra a tener en cuenta.
Aquí nos ha llegado justo hoy el otoño. Esperemos que no nos abandone. Está tan cambiado el tiempo...
29/10/13
Se me olvidaba decirte que en catalán, el chapón es un "esborral". :-) A veces me gusta "ponérmelo".
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Dime, te escucho...