Lo que siempre he buscado han sido historias que se desvíen de lo normal, historias en las que el curso de la vida de una o varias personas se aleje por completo de la órbita en la que él o ella se encontraba, para acabar en un lugar completamente distinto a lo que podía haberse esperado.
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No, eran mejores los números antiguos, cuando uno era uno y cinco era cinco e iguales por dentro y por fuera, y cuando diez siempre eran diez y tantos dedos como yo tenía antaño en mis dos manos...
(Erik Fosnes Hansen: Momentos de protección)
La vida de las personas queda presa en instantes. Observo esta composición meditada, ajustada y sin prisas; cómo si se quisiera representar algo muy importante. Todo ayuda en los pensamientos inconexos o las imágenes sobrehiladas, los fantasmas y el miedo.
Ningún instante es igual. Los hay que te miran directamente a los ojos y muestran la luz que los viste, altiva y descarada, extraña y extraordinaria, detrás de la caja gris con la que han nacido.
Más allá del horizonte esperan cálidos, los abrazos que borran noches de insomnio.
13/2/11
Qué frecuencia sólo ocasional la de esos instantes, pero cuando se producen...
Dice Wislawa Szymborska:
"... Hasta donde alcanza la vista, aquí reina el instante.
Uno de esos terrenales instantes
a los que se pide que duren"
Feliz día lleno de mágicos instantes, Pilar
14/2/11
Gracias a una blogger muy lectora (La muntanya màgica) he descubierto "Nosotros los ahogados", Salamandra Editorial. Tu apunte me ha recordado este texto, aunque igual es porqué ando en mitad de su lectura. Salud!
14/2/11
Almena. Si se pudieran detener los instantes...Gracias, Almena. Yo tambien te deseo toda la magia que seas capaza de percibir...Y una poquita más...
Lluís Bosch. Tomo nota y te aconsejo que hagas lo mismo. El libro es muy bueno, a mi entender. Gracias.
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Dime, te escucho...