Mañana celebraremos: ¡"San Volvamos" con la mudanza! Sin embargo, no estoy preparada. No he contratado ninguna empresa que me ayude, ni tengo un buen seguro que me evite el dolor de cabeza de tener que decir adiós, con los puntos suspensivos de las cosas no vividas e inacabadas. Siento incertidumbre cuando pienso en un nuevo hogar, puesto que no conozco el espacio del que podré disponer. ¿Y si me sale al encuentro un sapo lleno de verrugas venenosas en vez de un príncipe?...

Me da mucha pereza tener que empaquetar todo aquello que al final no me ha sido útil o me encarcela con cosas que quiero olvidar, y tirarlo a los contenedores. Normalmente necesito unas cuántas cajas para embalarlo. Cada vez que me mudo me propongo no acumular basura, pero al final no sé cómo lo hago para no conseguirlo.

También me da miedo el trato que dará el personal de la mudanza a las cosas frágiles...¿Y si rompen alguna? Será un trabajo añadido el hecho de tener que embalar bien, para evitar el caos que se puede producir si pasa lo que no quiero que pase.

Creo que me decidiré a hacer la mudanza sola. Me ahorraré sustos e igual y consigo aprender el arte de combinar el tiempo. Miraré de aplicar lo que he aprendido sobre no fragmentarlo ni perseguirlo. ¿Para qué hacerlo si nunca permite que lo alcances?

Empezaré por empaquetar lo esencial, tratando de ser honesta con mis emociones y sentimientos. Primero, tendré que hacer un inventario para catalogar y separarlo de aquello con lo que no quiero continuar cargando. A continuación, mientras se hace la colada, iré ajustando puertas y ventanas. Después me aseguraré que las llaves de la luz, el gas y el agua estén cerradas...

Mejor paro el pensamiento y empiezo con los preparativos. Espero que todo salga bien, cuando menos, si el nuevo alojamiento es una buhardilla, que tenga al lado, la Ópera. En estos momentos, mi vida entera ocupa una maleta, en medio del salón.

Mañana arrancaré una última página. A partir de entonces empezará la aventura de trabajar y transformar un espacio, que me regalará su desnudez.

¡FELIZ AÑO!